Se trata de un programa de ocio para los jóvenes de Bilbao que tiene por objetivo la vivencia de experiencias positivas en euskera, fomentando la creatividad y ofreciendo actividades participativas. También se ponen a disposición de los jóvenes referentes próximos: educadores que trabajan con ellos, personajes famosos…
La clave de la oferta es la diversidad: música, danza, radio, televisión, vídeos, moda, teatro…, ya que trabajamos en numerosos ámbitos de la cultura y del ocio. Este proyecto funciona fuera del horario escolar, y sus actividades y formatos han evolucionado desde su creación, hace ya once años. Al principio, dimos prioridad a los eventos de gran formato y de un solo día; con el tiempo, hemos comenzado a organizar también actividades de menor formato pero con mayor frecuencia, sin perder por ello el impacto visual de estas. También ha evolucionado el tipo de actividades organizadas, que han pasado de pasivas a más participativas. El protagonismo, a lo largo de todo el programa, corresponde a los jóvenes, y así lo refleja su evolución.
Otra de las claves del programa es que su impacto va más allá de las actividades organizadas, que trasciende a estas. Harrapazank debe entenderse como un proceso, no como un conjunto de actividades.
Tratándose de un programa dirigido a los adolescentes de Bilbao, vimos claro desde el principio que había que tener en cuenta la tipología de las chicas y chicos de la ciudad: se trata de jóvenes que, en general, han accedido de forma natural al euskera (en casa o en la escuela) y que, por tanto, no tienen una relación de afinidad «a vida o muerte» con dicha lengua; son jóvenes que viven en un entorno urbano, «alfabetizados» en las nuevas tecnologías y que dan prioridad a lo lúdico.
En resumen, si el «mercado» ofrecía aquello que necesitábamos, lo adoptábamos y lo utilizábamos (conciertos musicales…); si la oferta del mercado necesitaba alguna adaptación, la adaptábamos (Mihiluze, el programa de radio Are gazteago, el desfile de moda Skunk Funk, Flash mob, Lip-Dub…); por último, si el mercado no nos ofrecía lo que necesitábamos, lo creábamos nosotros (encuentros Jozank, Bertsotramarraskya, Komeriaren Kluba, Distirazank, Dantzazank, Eszena, Sortuzank…).